Tras el Rastro de Jesús Ríos Robles,
Chuíto el de Cayey
Por David Morales, Investigador del Proyecto del Cuatro Puertorriqueño
con la colaboración de Myriam Fuentes, Solaris Multimedia
Discurso presentado ante la asamblea de la Asociación Puertorriqueña de Música Popular, mayo 2005
Números en el texo se refieren a notas alcalce al final de la obra.
Chuíto con pava y guitarra en una foto de estudio en 1949. Foto colección de Noemi Rosas Robles
La labor de búsqueda de información detallada sobre la historia de la música típica puertorriqueña es una tarea que entraña cada vez más dificultad. Existen fuentes destacadas, pero en muchas ocasiones éstas ofrecen información incorrecta o pocos detalles, lo que ha dado lugar a relatos de ficción sin base en la verdadera trayectoria histórica. Si a este cuadro añadimos el hecho de que muchos artistas del ayer se han retirado de nuestro ámbito, comprendemos por qué la rigurosa recopilación de datos sobre nuestra música típica es gestión cada vez más dificultosa. A pesar de ello, hay que insistir en hurgar y rastrear entre los escombros históricos que quedan de nuestra música típica. De vez en cuando nuestra insistencia logrará que topemos con detalles hasta entonces desconocidos o pasados por alto. Al revisar una vez tras otra los datos históricos dispersos en entrevistas, discos de 78rpm, revistas, y otras fuentes, hemos logrado descubrir información que ha transformado nuestra percepción y perspectiva acerca del desenvolvimiento de nuestra música autóctona. Nuestra misión es no sólo difundir estos nuevos datos, sino revisar la historiografía, aclararla y enriquecer este esfuerzo mediante el uso de fuentes de información ya establecidas y mediante el testimonio de aquellos personajes que animaron la historia de nuestra música jíbara. Es con esta misión en mente, que ofrecemos el fruto de nuestra labor biográfica sobre Jesús Ríos Robles, "Chuíto el de Cayey", verdadero baluarte de la música típica puertorriqueña 1. En estas líneas brindamos a nuestros lectores la trayectoria de Chuíto el de Cayey. Es éste un primer esfuerzo de recopilación minuciosa sobre la vida artística del ilustre trovador. |
Sus Inicios... Chuíto nació en marzo del 1910 2. Sus padres se llamaban José Robles Torres y María Ríos Maldonado. Su padre era labrador de café y su madre, ama de casa. Chuíto tuvo cuatro hermanos: Carmela, José, María A., y María. De todos ellos, Chuíto era el menor. No tenemos noticia de sus primeros días en Jayuya. No conocemos cómo aprendió a improvisar o a escribir la décima. Tampoco sabemos cómo aprendió o desarrolló su estilo como cantor, ni cómo aprendió a tocar la guitarra. Lo que sí sabemos es que Chuíto nos bendijo con un legado de al menos una veintena de temas propios y con un estilo único que ejerció gran influencia en muchos trovadores jíbaros que le siguieron.
Chuito en la ciudad de Nueva York alrededor del 1949. Foto cortesía Lucy Berros Rios y Vicente Rios |
El Trasfondo Musical... Para el 1914-1915, el antropólogo J. Alden Mason visitó a Pueto Rico y registró más de 100 grabaciones de valor histórico. Estas grabaciones incluían aguinaldos, décimas, seises, bombas y otros géneros puertorriqueños. Entre 1916 y 1921 encontramos más compañías disqueras grabando o en búsqueda de talento en Puerto Rico. En el 1916, la compañía Victor grabó más de 20 piezas del Quinteto Borinquen entre las que se incluían algunos números con sabor típico. Aunque gran parte de la actividad disquera tenía lugar en San Juan, al sur de la Isla, Ponce era vital centro de comercio y plaza de tradición y actividad musical. La cuna del tenor de fama mundial Antonio Paoli, era todavía durante las primeras décadas del Siglo 20 una ciudad de gran actividad artística y cultural como lo atestigua la concurrencia de importantes autores e intérpretes residentes en la ciudad como Julio Alvarado, la Banda de Bomberos de Ponce, la familia Tizol, Ángel Pacheco Alvarado (el Jíbaro de Peñuelas) y otros. Además en el Ponce de la época se desarrollaba un nuevo sonido llamado plena que se tocaba en el barrio la Joya del Castillo y en San Antón 3 (Hasta donde sabemos no existen grabaciones de la plena de la época). Fue en este ambiente que Chuíto se inició en el cantar de décimas y música popular junto al "Ciego Luna"- Gabriel Luna de Ponce 6. De acuerdo a nuestras fuentes, Gabriel Luna tocaba primera guitarra y Chuíto cantaba. Es posible que haya sido con Gabriel Luna con quien Chuíto aprendió a tocar la guitarra. Sabemos que desde el siglo XIX en Ponce se realizaban concursos de trovadores. Sabemos también que para 1932, Chuíto había logrado sobresalir en unos de estos concursos. Según información ofrecida por Ramito durante una entrevista, "para 1932...se hizo un concurso de trovadores en Caguas. Después me contrataron Don Juan Brugal y Don Pepe Belardo, que eran los dueños de los rones Brugal, Caballito y Trafic. Allí empezó también Chuíto el de Cayey".7 En el transcurso del 1932, Chuíto viajó a Cayey gracias a unos músicos de este pueblo de montaña. Valentín Medina y Vicente Ortega "Bejuco" formaban un dúo en Cayey desde donde viajaba por la Isla buscando sueldo y fama. Valentín Medina era oriundo de Ponce, tabaquero de profesión y tocaba la guitarra. Los integrantes del dúo conocieron a Chuíto en uno de sus viajes a Ponce. Como no contaban con música típica en su repertorio, decidieron invitar a Chuíto a cantar con ellos en Cayey. En Cayey, Chuíto logró fama local por su talento en la improvisación de décimas, su talante jocoso y sus dotes de animador. En Cayey, Chuíto se unió a Herminia Hernández - Doña Millín, con quien convivió por poco tiempo en la calle Eugenio Sánchez, en Pueblo Nuevo. Según Rafael Torres, Chuíto tenía entonces de 24 a 25 años. Torres era a la sazón un muchacho de 14 años de edad y amenizaba los mismos cafetines donde se presentaba Chuíto, como el cafetín "Los Turpiales." 8 Rafita recuerda que Chuíto introdujo mucha música innovadora a Cayey. Con el dúo de Medina y Ortega, Chuíto formó un grupo musical llamado Conjunto Rosas del Plata 9. El conjunto estaba compuesto por Chuíto el de Cayey (voz), Valentín Medina -(guitarra), Vicente Ortega (voz), Pellín Aponte, Domingo Sánchez (cuatro) y Luis González (marímbola). Rafael Torres se unió a ellos más tarde. Rafael Torres recuerda que fue con este grupo que Chuíto debutó en el 1933 en el Teatro Angélica de Cayey, donde estrenaron el tema del conjunto A Cayey Me Voy escrita por Jesús Ríos Robles (Chuíto): A las orillas del Plata Me voy alegre contento
Como otros pueblos dependientes de monocultivos en Borinquen (café, tabaco, caña), Cayey sufría de una grave situación económica tras la caída de la Bolsa de Valores en Nueva York en 1929 y el paso del huracán San Ciprián en 1932. Para esta época, el gobierno de Puerto Rico estableció campamentos de trabajo en Cayey como parte de los programas de recuperación económica al amparo de las políticas del Nuevo Trato del Presidente Roosevelt. Estos campamentos tenían como propósito revitalizar la economía local proveyendo trabajo y alimentación a los trabajadores locales. Chuíto estuvo contratado por $21.00 al mes para ofrecer entretenimiento a los trabajadores del campamento Mariano Abril 11 que sostenía cerca de cien hombres que dormían en literas colocadas en filas y se levantaban al amanecer para iniciar una larga jornada en la finca. Chuíto cantaba las "dianas" a las 5:00 de la mañana y entretenía a los trabajadores con danzas y boleros durante el desayuno. A las 11:00 a.m. les cantaba durante el almuerzo y a las 6:00 p.m. cerraba el día con música alegre. Fue para esta fecha que Chuíto se unió a Doña Julia León de Cayey, con quien adoptó una hijastra, Elsie Sonia León. Pepito, el hermano de Doña Julia, tenía cerca de 15 años y Chuíto cerca de 24 años. La siguiente es una foto de Chuíto durante esta época. Esta foto fue tomada en la casa de Don Jesús Collazo en el barrio Polvorín de Cayey. Al fondo se observan las torres de Cayey. En la foto se encuentran, de derecha a izquierda: Chuíto, Rafael Torres "Rafita" (voz), Vicente Ortega (voz y maracas), Domingo Sánchez (cuatro), Gaspar León (guitarra y voz), y, de rodillas, Lucas Vázquez (guitarra). Foto colección Rafael Torres. Es a esta emisora a donde Chuíto acude de vez en cuando a cantar. Se dice que Chuíto conoció al grupo del Maestro Ladí por mediación de Claudio Ferrer. No hemos podido precisar cómo fue que se allegó a esta agrupación, pero sabemos que Chuíto regresó a Cayey con canciones nuevas y letras de un tal Don Felo. Chuíto contaba a sus amigos en Cayey que tenía buenas relaciones con músicos de San Juan con los que intercambiaba canciones. Rafael Torres recuerda que Chuíto cantaba canciones de Don Felo, del Trío Matamoros, de Rafael Hernández, de Pedro Flores y del Cuarteto Machín, y que estos temas de moda agradaban mucho al público.
En busca de mejores oportunidades, Chuíto el de Cayey se mudó a Ponce en el 1936. Según Arturo Silvagnoli, Chuíto es el creador del seis con décimas 13. Y lo hace al combinar el ritmo de dos tangos: La cama vacía con El tango errante, ambos de Gregorio Ayala 14. Gregorio Ayala tenía un programa radial en la emisora WPRP de Ponce que se llamaba Variedades Musicales y era auspiciado por la compañía de pastillas Oscar-Gómez-Plata. Chuíto estuvo asociado con la WPRP desde su inauguración en 1936 para la que estuvo presente. Chuíto y Gregorio Ayala pasaban juntos en la emisora animando distintos programas. A pesar de la aceptación de la música típica, los nuevos géneros populares dominaban el ambiente musical en Puerto Rico. Grupos musicales y orquestas como el Cuarteto Victoria, el Grupo Marcano, Johnny Rodríguez y su Conjunto y el Trío Matamoros reinaban en las ondas radiales. A tono con esta realidad, Chuíto no limitaba su repertorio a la música típica e incluía las guarachas y las rumbas tan apetecibles al gusto popular de la época. En Ponce, Chuíto también trabajaba en las promociones para el Ron Kofresí junto a un tal Jiménez Aguayo. Más tarde se convirtió en propagandista oficial del ron. Bajo el auspicio del Ron Kofresí, Chuíto formó el Trío Kofresí, que estuvo compuesto por Chiquitín García, residente del barrio Machuelito de Ponce, (voz y maracas), Juanchín Santana (primera guitarra) y Chuíto (voz y segunda guitarra). El trío hizo presentaciones por toda la Isla promocionando el Ron Kofresí y cantando música popular de buena calidad. "El trío se disolvió cuando Chuíto se trasladó a la ciudad de Nueva York. Entonces, Chiquitín García, quien no llegó a grabar con el trío, se consagró con el Cuarteto Mayarí que se había organizado en el 1938." 15
Aunque no hemos podido encontrar evidencia que compruebe que Chuíto estuvo en Nueva York en el 1938, sabemos que se presentaba con el Conjunto Típico Ladí. Chuíto registró por lo menos dos canciones (Cerca de Cayey y Mi mulata) con el Conjunto Típico Ladí. En estas grabaciones, la voz de Chuíto tiene un timbre joven, un registro agudo y una voz muy distinta a la de sus grabaciones de 1947-48. Una dato encontrado señala hacia la posibilidad de que estas grabaciones hayan sido realizadas antes del 1937: la canción Cerca de Cayey, incluye a Claudio Ferrer, quien se había marchado a Nueva York para el 1935-36. Para esta fecha Chuíto ya era conocido por el título de "el de Cayey," como se le conocía en los programas radiales de la WINL. Se dice que fue el famoso locutor Antonio Alfonso de WKAQ, quien le había bautizado como Chuíto el de Cayey 16 . Muchos de los entrevistados también recuerdan que Chuíto era conocido popularmente por la manera en que se presentaba por la radio diciendo, "Con tanto gusto", frase que pegó con el público. El dilema de si Chuíto estuvo o no en Nueva York para la época prevalece. En el 1939 el Grupo Marcano grabó dos de sus canciones en Nueva York: Sigan los tiempos cambiando, Partes 1 & 2, con el sello Decca, #21052. Las canciones se grabaron el día 14 de septiembre del 1939 17. También en Nueva York, el día 7 de noviembre del 1940, Pedro Marcano y su Grupo grabaron otra canción de Jesús Ríos Robles, Como Criamos, décima jocosa cantada por Claudio Ferrer y Lalo "el Cura" para el sello Columbia, #6061 18. Chuíto pudo haber viajado hasta Nueva York como pudo haber vendido las canciones a Pedro Marcano o a Claudio Ferrer. El periodo 1940-47, representa una etapa confusa en términos de los datos biográficos de Chuíto. Aunque la música típica no se graba mucho para la época, se escuchaba con mucha frecuencia en la radio. En Puerto Rico programas como La Hora del Volante y Rey del Batey, entre otros, auspiciados por compañías de cerveza y productos múltiples, servían de catapulta a nuestros jíbaros cantores. En los 1940 la radio se convirtió en el medio preferido para presentar nuevos trovadores: Germán Rosario, Priscila Flores, La Calandria, etc. Chuíto ya era un veterano de la radio y se consideraba como uno de los mejores cantantes de música típica e improvisadores de la décima. La década se inicia con la Segunda Guerra Mundial y la llegada de muchos emigrantes boricuas a suelo nuyorquino. Los jíbaros puertorriqueños en Nueva York mantuvieron vivo el quehacer musical de su patria. Entre los valientes defensores de la música típica que grabaron en Nueva York para ese tiempo, encontramos a Claudio Ferrer, quien aunque no era improvisador, interpretó múltiples números jíbaros y hasta formaba conjuntos jíbaros durante las Navidades. No es hasta el 1947 cuando encontramos la huella de Chuíto en Santurce. Según Noemí Rosas Robles, su sobrina, la siguiente foto se tomó en Santurce. Aquí vemos a Juaniquillo (Juan Inés Aponte) junto a Chuíto. La foto se tomó en El Fanguito, donde Chuíto vivía con su esposa cerca de la parada 24. Para el 1948, la industria de grabaciones de música jíbara en Nueva York crecía significativamente. La ciudad de los rascacielos se llenó de grabaciones de jíbaros como Chuíto el de Bayamón, Ernestina Reyes (La Calandria), y Ramito (Flor Morales Ramos). Ramito ha dicho en entrevista que fue gracias a Chuíto el de Cayey que pudo llegar hasta Nueva York para grabar con el sello Ansonia. Oigan una rarísima grabación, Festival en Puerto Rico, en el sello Rival por Chuíto el de Cayey en 1948. Para Chuíto el de Cayey, como para otros artistas jíbaros que andaban en busca de sueldo, los viajes de Puerto Rico a Nueva York se convirtieron en rutina. Las oportunidades para grabar en Puerto Rico eran pocas, mientras que en Nueva York, abundaban las casas disqueras que promovían la música puertorriqueña: Verne, SMC Pro-Arte, Coda, RCA Victor, Seeco, Columbia, etc. Fue precisamente para el sello Verne que en Octubre del 1948, grabó Chuíto cuatro canciones junto al cuatrista Sarrail Archilla. Estas canciones se convirtieron en décimas fundamentales para los demás artistas jíbaros de ese entonces: 1. Amor de madre [seis] - Verne 0397, Lado A Parte de la letra del aguinaldo, Mil Felicidades: Llegaron los días Para esta época, Chuíto también grabó una décima-controversia [Súplica postrera] junto a Natalia (Anatalia Rivera) donde anunció sus últimos deseos. Al terminar la canción, Chuíto le dice a Natalia, "Me entierras en Jayuya." Chuíto grabó Súplica Postrera con Natalia (Anatalia Rivera) con el sello Lina en 1946 Parte de la letra de la décima, Súplica Postrera: Para fines de la década del 1940, Ramito iniciaba una carrera brillante, mientras su maestro, Chuíto el de Cayey, buscaba ingresos como podía: vendiendo décimas, vendiendo ron y haciendo presentaciones radiales. A la fecha, ya Chuíto vivía en Nueva York con su compañera "Doña Susie." Lamentablemente, no hemos podido encontrar copias de las décimas que Chuíto escribía y vendía. Para ese tiempo, muchos intérpretes de música jíbara acostumbraban comprar las creaciones de los escritores de décimas y registrarlas bajo su autoría. |
Estas fotos fueron tomadas a fines del 1949 cuando Chuíto visitó a Puerto Rico para la boda de su sobrina Noemí Rosas Robles, quien vivía en el Caserío Las Casas en San Juan. Las fotos muestran a Chuíto junto a su sobrino René. Foto cortesía de Noemí Rosas Robles |
La última etapa de su vida... Nueva York también producía una gran cosecha de jíbaros sobresalientes como Baltazar Carrero (El Jíbaro de Rincón), Confesor Troche (El Jíbaro de Guayanilla), Germán Rosario (El Jíbaro del Yumac), José Ángel Ortiz (El Jíbaro de Yauco), Priscilla Flores (La Alondra de San Lorenzo), Moralito (Juan Morales Ramos), Luisito (Luis Morales Ramos) y muchos más. En este ambiente nuyorquino, Chuíto se presentaba en la radio con el Maestro Ladí, Sarrail Archilla, Toñito Ferrer y Mengol en el programa La Voz Hispana en la WWRL - 1660 a.m. de Nueva York. A pesar de su excepcional capacidad para la improvisación, Chuíto no grabó mucho. Se comentaba que bebía mucho y que a los demás músicos se les hacía difícil trabajar con él. Estos años cierran la etapa final en la vida de nuestro ilustre cantor. Chuíto realizó sus últimas grabaciones en el sello Rival de Bartolo Álvarez. Las grabaciones se realizaron en el 1951, en Nola Studios de Nueva York en la #54 de la Avenida Broadway. Don Bartolo Álvarez relata que Chuíto grabó junto a Sarrail Archilla y recuerda que Chuíto se disponía a grabar cuatro números, pero su voz sonaba ronca. Le pidió entonces a Bartolo una caneca de vodka con limón. Después de unos tragos, su voz mejoró y pudo grabar las canciones. Bartolo recuerda que le pagó $35 a los músicos, y $100 a Chuíto por los cuatro números ($25 por cada cara): 1. No Puedo con ella [seis con décimas] Rival 726, Lado A Su sobrina relata que Chuíto padecía del estómago, tosía y escupía sangre con frecuencia. Tras las mencionadas grabaciones para el sello Rival y con un hígado ya muy deteriorado por el licor, Chuíto muere en Nueva York en el otoño del 1952. Chuíto tenía 42 años cuando murió. Durante más de diez años, sus restos permanecieron en Nueva York sin que se cumpliera su postrer deseo, hasta que en el 1965, Ramito llevó sus restos hasta su tierra natal de Jayuya. Chuíto fue enterrado ese mismo año junto a su guitarra.
Cerramos Escrito... *Anécdota de Luis Miranda, El Pico de Oro:
Discografía de grabaciones de composiciones
Fuentes de Información y Créditos: 1 Es interesante notar que Chuíto se identificaba como Jesús RIOS Robles, aunque su verdadero nombre era Jesús ROBLES Ríos. Respecto a este dato podríamos sospechar que su padre no estuvo presente o no fue un factor positivo en su infancia, por lo que Chuíto quiso honrar a su madre colocando su apellido en primer lugar. Pero también pudo ser una decisión artística dado que "Ríos Robles" tiene mejor sonoridad que "Robles Ríos", lo que debe haber saltado a la vista de un experto versificador como Chuíto. |