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Preguntas y opiniones sobre el sonido de la Bordonúa

Existe una opinión en Puerto Rico que afirma que la bordonúa se oye con un sonido restrilloso acompañante, y que éste es el sonido auténtico de la bordonúa.

Pero en términos reales, no hay forma de verificar cuál era el sonido original y verdadero de la bordonúa. En los discos más antiguos en que se oye la bordonúa, no se oye nada que se pueda describir como "chirreo" o "fueteo", o sea el sonido que hacen las cuerdas cuando tropiezan contra los trastes al tocar. Indudablemente existen y existieron bordonúas que fuetean o chirrean, pero hay aquellos que opinan que esto es un sonido anómalo, distorsionado, probablemente el resultado de la construcción rustica y el mal ajuste del instrumento.

El porqué del chirreo o fueteo de las cuerdas de la bordonúa es un misterio por resolverse, un misterio hecho posible por el gran desconocimiento y descuido por nuestra propia cultura que ha sufrido nuestra isla. Pero opinamos que es difícil concebir que los artesanos o músicos del pasado deliberadamente trataron de tocar o construir un instrumento de cuerda que sonara de forma distorsionado o percusivo, porque la meta universal de la música es crear sonidos bellos y melifluos.

Pero indudablemente es una cuestión controversial que pueden argumentar lados opuestos. Persiste en la literatura y en la poesía la descripción de un sonido distintivo que ocurría al tocar la bordonúa. En varias obras literarias se describe el "gemido" de la bordonúa, el "zumbido" de la bordonúa, el "lloriqueo" de la bordonúa. Entre algunos músicos suramericanos que conozco, cuando las cuerdas tropiezan con los trastes (al pulsar con demasiada fuerza las cuerdas, o cuando los trastes están malgastados) dicen que están "bordoneando" las cuerdas. Curioso, ¿no?

Los descendientes de los consagrados y difuntos bordonuistas Candelario Vázquez y Yuyo Velásquez, hablan de una técnica que usaban de oprimir las cuerdas rítmicamente al tocarlas, haciendo así "llorar" el instrumento. Ellos no recuerdan algún zumbido o sonido percusivo, sino uno bello y primoroso. Por fin, el reconocido artesano Vicente Valentín propulsó por años la idea que las bordonúas habían que construirlas de manera que las cuerdas zumbaran al ser tocadas. Desarrolló un proceso exhaustivo de limar los trastes para facilitar y controlar ese ruido, pero los resultados sonoros desilusionantes y el esfuerzo por lograrlo tan laborioso. eventualmente lo convenció a abandonar la técnica. Las bordonúas de los varios artesanos modernos de calidad que conozco hoy en día no hacen bordonúas que chirrean o fuetean.

La cuestión de la afinación y encordadura de la bordonúa también es compleja y controversial. La bordonúa se describe como un instrumento de voz "grave" en el siglo 19, y la palabra "bordón" significa en la musicología una cuerda gruesa y baja, tanto como la campana mas grande y grave del campanario. Pero las bordonúas que persisten en el siglo veinte son afinados y encordadas con un temple relativamente alto, a una altura similar a la del cuatro. Durante el siglo XX varios músicos trataron de cambiar la afinación para lograr sus propios propósitos musicales--por ejemplo el que se inventó y propulsó el profesor Paquito López Cruz, una afinación distinta a las afinaciones de Vázquez y Velásquez, músicos antiguos antemencionados. Así que el instrumento no goza de una afinación estándar. Abundaremos sobre este tema en un libro sobre los instrumentos de cuerda de Puerto Rico que actualmente estamos preparando.