Orígenes de la Décima
La original y caduca forma poética llamada décima fue revivida y revisada por Vicente Martínez de Espinel (1551?-1624), poeta, novelista y músico español de Ronda, Andalucía. Su versión de la décima posteriormente es estimulada y promulgada por su estudiante, el gran poeta y dramaturgo español Lope de Vega (1562-1635). La forma se compone de versos de diez líneas y ocho sílabas--conocidas hoy en día como la décima espinela--y es la base de la canción tradicional puertorriqueña.
Las tradiciones de la décima jíbara y su canto trovador pueden trazarse desde ese pasado lejano, como también a raíces medioevales españoles y moriscos. Originalmente, en Puerto Rico la décima era "asonantada", o sea de forma ruda que no seguía fielmente las reglas como Espinel las había establecido. Pero en los siglos entrantes los trovadores la perfeccionaron, y al buen trovador jíbaro se le exigía conocer todas las múltiples reglas tradicionales de la Décima a perfección y aplicarlas apasionadamente a su canto jíbaro.
La décima fue traída a Puerto Rico y a los otros paises hispanoparlantes de las Américas originalmente por marineros, soldados y emigrantes españoles, donde fueron preservadas por la tradición oral, algunas veces en versiones que difieren de país en país. En algunos países se escriben y se leen; en otros se escriben y se leen y se cantan; en otros países (incluyendo a Puerto Rico) la décima se escribe, se lee, se canta y se improvisa.
Oigan a Isidro Fernández
improvisar una décima
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La base de la melodía y el ritmo de la música de la montaña puertorriqueña es el seis. Pero la base de la forma poética de su canción es la décima. La décima completa se compone de cuatro estrofas (o cuartetas) de diez líneas cada una. Cada línea se compone de siete, ocho o nueve sílabas y riman uno con otros de acuerdo con antiguas y complejas reglas, lo que exige del decimista una formidable destreza artística.
Articulos:
La décima en acción: un trovador trova los motines de los boricuas en Chicago en 1966
Orígenes de la Décima: a la izquierda
Ejemplos de décimas: vea immediatamente abajo
Cómo se escribe la décima: vaya aquí
Cómo se perfecciona la décima: vaya aquí
Las distintas clases de decimistas: al final abajo
¿Qué es el pie forzao? Aprenda aquí
Preguntas sobre la décima contestadas en audio por nuestros más destacados trovadores: aquí
Otros recursos para la versificación de la poesía española se pueden encontrar aqui y aqui
¿Que es el le-lo-lai?
Ciertamente la exclamación musical típico del cantaor jíbaro puertorriqueño, "la-le-lo-lai" o "lai-le-lo-lai" o "ay-le-lo-lelo-le," oído entre cuarteta y cuarteta de la décima cantada, también existe entre los trabajadores de las pequeñas fincas espanoles de Castilla, Murcia, y Almería. Y hasta pudo haber venido de un lugar más antiguo aún, de los países Moros; porque en realidad se parecen a ciertas antiguas exclamaciones del norte de África.
Oigan al gran Ramito cantar el LE-LO-LAI
Joaquín Mouliert y la décima
El renombrado trovador Joaquín Mouliert nos narra cómo él entró en la décima
Mouliert nos describe las reglas de la décima
Mouliert nos describe la décima 44
Mouliert nos describe los temas de la décima
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por José Gumersindo Torres
El jíbaro curao y bragao que tiene a Borinquen en el corazón, lo expresa en su nativo cantar de la altura, a la vez que viste nuestro folklor de típico ropaje y conserva viva la llama del cantío puertorriqueño. Sigue regando el surco con lo que mi tierra produce, germina y siembra. En los Concursos de la Bacardi, del Instituto de Cultura, o en Festivales de la Décima, escuchamos al espinelista de pura cepa natural en el cantar indio-africano-español, tejer con su musa, prosa,y numen, un tema selecto de su Pie Forzao.
Según los hay de la fina, tambien los hay de la gorda, y está el bardo, que conociendo el esquema de la poesía decimal puede improvisar uno o dos versos, basados en practica y experiencia sin ser necesariamente un improvisador natural.
Por otro lado, existen cantaores que simplemente son rimadores de la décima. Utilizan la versación de palabras de fácil rima, pero, con un verso vacío, incongruente y sin mensaje alguno. Buscan rima de fácil acomodo como (-ar / -cantar), (-or / -trovador) o (-ción/ -lechón) para elaborar versos rabisecos.
Y como de que los hay, los hay, está el versador, aquel que en realidad canta versos aprendidos o embotellados, como decimos los jibaros.
La flor y nata del buen trovador que acopla sus cantíos para redondear un verso cuadrado, sobresale en este campo fecundo decimal. El Improvisador que "fondea", continua versando, adornando y entonando con facilidad una cadena de versos con pensamientos completos, imágenes, similes y metáforas de su propia inspiración. A través de su cantares en conversación responde y hace preguntas al trovador adversario en forma poetica lírica, de florido lenguaje, sin caer en lo vulgar ni en la inopla.
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La Décima
Por Isidro Fernández
El primer verso rimado
Con el cuarto y con el quinto.
El dos y el tres con distinto
Sonido se han combinado.
Seis y siete y pie forzado
Otra rima diferente.
El ocho crea el ambiente
Igualándose al noveno.
Así hace el poeta bueno
Una décima excelente.
Con un buen vocabulario
Y divina inspiración
Juntando con gran pasión
Las flores del diccionario.
Con los vocablos que a diario
Usamos en cada tema,
La piedra se vuelve gema
Con metáforas y similes.
Usando formas disímiles
Para crear un poema.
Cuando la palabra llana
Es la que concluye el verso,
La métrica en su universo
Ocho sílabas hermana
La palabra aguda gana
Una sílaba al final
Cuando son siete en total.
Y en rima esdrújula, nueve
Una sílaba remueve
La regla grammatical.
Las reglas de la poesía
Aplican los versadores,
Exaltando los valores
Del canto de serranía.
Muchas más cosas tendría
Que explicar este cantor.
Mas le dejo esta labor
Al que escucha interesado.
Una cosa he demostrado
No es fácil ser trovador.
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Técnica y Estética de la Décima
Por Juan Acevedo Carrión
No soy ningún erudito,
Tal vez poco de novato,
Con mi deseo sensato
De vertical jibarito,
Que aspira dejar escrito,
Con bastante corrección,
Un mensaje, una lección
Para que los trovadores,
Se conviertan en valores,
De nuestra improvisación.
Hacer la décima pura,
Es mi primera inquietud.
Si le di mi juventud,
A mi novia, la cultura,
He cavado su escultura,
Buscando la perfección,
Usando aliteración,
Anáfora y paradoja,
Pido amigo que la escoja,
Para darle nutrición.
El epíteto admirable,
Hace la estrofa más bella,
Y brilla como una estrella,
Un adjetivo agradable.
Es un tesoro admirable,
La décima bien tallada,
Puramente sazonada,
Con su métrica elegante,
Y su rima consonante,
Cultamente edificada.
Es difícil sumamente,
Nuestra típica Espinela,
Si faltamos a la escuela,
De la vida y de la mente,
Como alumno permanente,
Les podría asegurar,
Que no es fácil dominar,
La décima estilizada,
Vieja niña uniformada,
Que nos honra cultivar.
La décima esta regida,
Por un escrito patrón,
De esos diez versos que son
Una regla definida.
La misma esta dividida,
En ocho partes llamadas
Silabas encadenadas.
Con ritmo y con melodía,
Que es la selecta poesía,
Con sus diez líneas rimadas.
Rimando con la primera,
Hallaras la Quinta y la cuarta,
Y riman en doble carta,
La segunda y la tercera.
La seis y la siete entera,
Dan su rimada constancia.
La octava con elegancia,
A la novena le rima
Y ahí la décima se arrima,
A la sexta en consonancia.
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