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Entrevista de Roque Navarro                            
del Proyecto del Cuatro Puertorriqueño
por Juan Sotomayor, hecho en 1993
transcrito y redactado por William Cumpiano

 

"Mi nombre completo es Roque Navarro Jiménez".

 

"[Nací en] Adjuntas en Agosto 16 del 1913. Yo soy descendientes de los Navarros y los Jiménez que antes ellos bregaban con cuatros y esas cosas. Y de ahí fue donde me vino a mí la inspiración esa de bregar con instrumentos...

El afán de un niño de diez años

 

 


Las Imágenes que siguen son de Don Roque tomados del film "La Montaña Canta" (1954?) de la antigua División de Educación de la Comunidad del Gobierno de Puerto Rico

[Empecé] más o menos a los diez años. Mi abuelo se iba a trabajar para una finquita que tenía y los tíos míos también se iban a trabajar y yo le robaba una guitarra que tenían metía dentro' un saco y yo me iba pa' otra finca a practicar en la guitarra. Cuando yo venía de allí pues la guitarra le faltaba un cuerda o dos o tres, cosa de muchacho ¿vez? Y me daban mi pela. Pero que al otro día yo volvía a hacer lo mismo. Y tanto fue la insistencia, hasta que ellos vieron, y me dejaron... ellos vieron el afán mío. Me gustaba la música de muchacho.

Empecé hacer los cuatros mas tarde ya, después de casado ya. Tenía más o menos veinticuatro, veinticinco años. Empecé [hacerlos] en Adjuntas. Pero primero tocaba y luego me dio por hacerlos.

 Yo nací en un campo que le llaman Portillo...portillo, por no decir roto. [ríe] Pues por ahí mismo nació Neri Orta. Como a los ocho años, pues, mi papá  y mamá  se mudaron para el pueblito de Adjuntas. Del campo, nos mudamos para el pueblo.  Yauco en ésos años tenía fama de buenos cuatristas. Estaba Heriberto Torres, que eso era un fenómeno, y estaba otro que le decían El Cholo. Y estaba otro señor que últimamente perdió los dedos de la mano, que se llamaba Norberto Cales. Ese viejo era muy amigo mío. Los dedos de la mano izquierda, con una hachuela porque era carpintero, se llevo el dedo índice y el del corazón. Y quedaron éstos dos. Y yo lo vi tocando danzas con esos dos dedos así. Parecía un pollo brincando así... pero era viejo ya.

 

 

Yauco en ésos años tenía fama de buenos cuatristas: ...Neri Orta, Heriberto Torres, Norberto Cales ...

Ese cuatrito era de cuatro cuerdas, cuadrao.

 

 

 

 

 

 

 

Eso era un día y una noche tocando ahí, celebrando las Fiestas del Café,

Yo tenía un cuatrito, un pichoncito de cuatro, yo era un muchacho. Ese cuatrito era de cuatro cuerdas, cuadrao. Lo había hecho mi papá , creo que era de aguacate. Tenía el... aquí donde va el diapasón, parece que lo pusieron al sol y como que le dio algo así y se viro un poco... estaba virao el cuatritito así, medio virao.
Tenía yo como catorce o quince o dieciséis años, pero que ya yo tocaba mis plenitas y mis cositas. Y una ves Norberto Cales vino a tocar al barrio donde yo vivía.

Entonces yo tenía mi cuatrito encordaíto siempre, ¿vez?... Orgullo de muchacho. Y el vino... y las cuerdas que yo usaba eran de cuero... antes, eran dos cuerdas de cuero, y dos entorchaditos. Se le rompieron las cuerdas de tanto que tocó... porque eran unas fiestas de... de horas, sabe, eso no era un ratito así como ahora. Eso era un día y una noche tocando ahí, celebrando las Fiestas del Café, y que se yo qué... pues... se le rompieron las cuerdas. Y yo no sé quien diablos le dijo, que yo tenía un cuatrito. Que era lo único que había en to' el barrio. Entonces, ese señor se amaneció tocando con ese cuatrito chiquito, y con ése cuatrito chiquito el cumplió su compromiso. Lo ayude, mi acuerdo siempre de eso. Y desde esa vez este hombre fue amigo mío. Hasta antes de morir. Una bella persona. Si, esa familia Cales son unas bellas personas, y los hijos creo que son músicos...

Cuando yo era joven, la cosa era muerta. A mi a veces me daban uno cincuenta. Uno cincuenta, peso y medio por tocar una fiesta, pa' mi y los otros músicos. Uno cincuenta. Pero eso era un montón de dinero. Pa' tres o cuatro músicos: se le daba una peseta al güiro, medio peso a la guitarra... mi padre ganaba cincuenta centavos, desde las seis de la mañana, hasta las seis de la tarde. Entonces no se lo pagaban en dinero. Le daban un papelito así, que le decían "vale", un vale, pa' que el pueda coger eso en compra en... no era una tienda, era una cosita así... con cuatro potes de salchicha y eso. Y ahí iba a cambiarlo por arroz, habichuelas, sal, azúcar... eso era en 1930 y pico por ahí, o antes. Del '28 al '30. Eso era... ea, eso era en el año de los tomates! Tenía dieciséis, diecisiete años. No había chavos, no había nada. Eso era en Adjuntas, allí nunca hubo ambiente, la cosa era siempre floja. Porque es un pueblo de agricultura. Allí no había fabrica... hacían fiestecitas familiares, y así..

Una vez fuimos a tocar... el alcalde de mi pueblo nos invito a tocar a un campo, a llevar una serenata a una novia que tenía por allá . Y nosotros fuimos, enganchamos la pata, como se dice... empezamos la serenata, cuando apareció el marido de la señora, con un perrillo morao hasta el cabo, así. Y tu sabes como era que corríamos nosotros por dentro de aquella maleza, inclusive el que nos llevó también... corrió to' el mundo.. Si nos coge nos fríen verdes.

 

 

Mi padre ganaba cincuenta centavos, desde las seis de la mañana, hasta las seis de la tarde. Entonces no se lo pagaban en dinero. Le daban un papelito así, que le decían "vale"

 

 

 

 

Si nos cogen, nos fríen verdes...

 

Pero yo soñaba con esos adornos, esos adornos que tiene ese cuatro. Esos adornos, chiquititos así. Pues yo soñaba, yo le pedí a Dios que me diera la destreza para hacer todas éstas cosas...

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Don Roque era un consumado artesano al igual que cuatrista. Cuatro hecho por Roque Navarro.
                                                       cortesía Ray Vázquez

Yo siempre he sido un trabajador desde que nací, porque éramos muy pobres. Y si no trabajábamos, no comíamos. Y tanto en la tierra, cómo en los carbones, cómo haciendo ron; alambiques; haciendo pitrinche; peón de trok, cuanto trabajo ordinario hay en ésta vida, yo lo he hecho. Hasta que me convertí en carpintero, entré de "laborer," después ayudante de carpintero, después me gradué de carpintero porque teníamos un maestro muy bueno. Y después de eso, que yo dejé de trabajar de carpintería, fue que me dediqué a hacer instrumentos. Y déjame decirte una cosa. Te voy a decir esto... me está  ... bueno, son cosas de Dios. Me esta grande a mi esto que te voy a decir, y te va a estar grande a ti también porque a mí nadie me enseñó hacer instrumentos. A mí nadie me enseñó a hacer instrumentos. Eso lo aprendí solo por mi cuenta. Claro, que dicen que mirando y oyendo yo todo lo aprendo ¿verdad?

Pero yo soñaba con esos adornos, esos adornos que tiene ese cuatro. Esos adornos, chiquititos así. Pues yo soñaba, yo le pedí a Dios que me diera [la destreza para hacer] todas éstas cosas... ésa es una cosa tremenda. Toda ésta cosa está  hecha a mano, ¿vez? Si, eso lo hago yo, a mano, en madera. Y eso es una cosa tremenda, eso es un trabajo... es lutier el que hace eso.

Entonces yo, en sueños... Papá  Dios, digo yo, el Grande, el que siempre esta conmigo, me enseñaba a hacer eso. Me enseñaba los talleres que habían, yo veía la gente trabajando en esas cosas. Y yo veía como colocaban la madera, y ahí yo aprendí a hacer esos adornos.

El mas que me sirve de inspiración fue uno que hace como veinte años murió, de mi pueblo. Aquel hombre tocaba un cuatro que tenía cincuenta años adelantado a la época. Aquel hombre era una cosa del otro mundo, tocando un cuatro. Y Norberto [Cales] lo conoció. Le decían Fife. Se llamaba Rafael Medina. Era zapatero. Yo me iba a oírlo a el y a ver como movía los dedos. Así es que yo aprendí solo, pero viéndolo a él. Ese hombre me sirvió a mi espiritualmente de maestro.

También las velloneras, aprendiendo canción con las velloneras.. no eran velloneras, eran unas cosas que le dan cuerda así, como una victrola, pero grande. Y habían unas tiendas grandes de mercería frente a la plaza y ponían esos discos, que a mi me encantaban.

Y yo me iba desde por la mañana y estaba hasta la tarde oyendo eso. Y siempre me traía enredada en la mente dos o tres tonadas de esas. Y las practicaba en casa.

Y habían unas tiendas grandes de mercería frente a la plaza y ponían esos discos, que a mi me encantaban. Y yo me iba desde por la mañana y estaba hasta la tarde oyendo eso. Y siempre me traía enredada en la mente dos o tres tonadas de esas. Y las practicaba en casa.

Porque había un señor aquí que se llamaba Francisco López Cruz. Que le decían Paquito. Un tremendo maestro de música. Tremendo amigo y tremendo músico de guitarra, porque tocaba su guitarra sola. También acompañaba. Pues entonces el me rescató. Se puede decir, de la calle. De la calle, quiero decir, no porque yo fuera un muchacho de la calle, sino era un señor que trabajaba ya, tenía mis hijos y mi mujer. Tenía que mantenerlos. Pero que él vio, yo no sé como... me llevaron a donde él, y un día me dijo, "usted tiene una facilidad asombrosa en esosdedos. Cualquiera diría que usted sabe música. ¿Usted no sabe música?" Yo le dije, "no, señor, yo no sé de música. Me gustaría saber." Me dijo, "déjese venir por aquí, que yo le voy a dar unos cuantos consejos."

Y entonces pues me puse a tocar en un conjunto que él tenía. Que por ahí metió hay unos discos, que yo lo grabé con el. Ahí fue donde yo me pulí. Porque me fue corrigiendo, corrigiendo, corrigiendo, corrigiendo. A él se lo agradezco.

.. un día me dijo, "usted tiene una facilidad asombrosa en esos dedos. Cualquiera diría que usted sabe música. ¿Usted no sabe música?" Yo le dije, "no, señor, yo no sé de música. Me gustaría saber."

Tengo un proyecto de hacer una grabación de diez o doce canciones de Navidad que son preciosas, que las tengo grabadas en un "tape", y pienso hacer ese disco antes de morirme. No tengo muchas aspiraciones, porque ya yo voy pa' setenta y nueve años, mijo. Soy un viejito ya. Para la música siempre existe el mismo gusto, la misma energía. No he perdido la energía.

Soy un viejito ya. Para la música siempre existe el mismo gusto, la misma energía. No he perdido la energía

[Los cuatros de diez cuerdas] se las inventó un hombre por all , por el 1800 y pico en las costas de Aguadilla, son los que se inventaron esos cuatros de diez cuerdas. Yo le puedo hablar de los requintos de tres cuerdas. Tengo un requintito así, un poquito mas grande que su grabadora. Pero una cosita, así. Como uno que usa Maso a veces.

Hay otro que se llama vihuela, que ese es de cinco cuerdas. Ese es el verdadero tiple de cinco cuerdas. No es parecido a una guitarra. Es mas o menos... se parece un cuatro chiquito. Se parece un cuatro de aquellos antiguos que eran cuadrados aquí, con la bolita redonda abajo. Te voy a decir el uso que le daban mis abuelos y aquellos músicos de antes, que tocaban, "Que se matan dos, que se matan dos, que se matan dos," y así era que pagaban las promesas ellos. Pues el requintito de tres cuerdas, que era mas o menos en tono así [toca tres notas sobre su cuatro]... suena como un tres... era un tres pero chiquitito. El tres ahora es mas grande que una guitarra. Pero esa afinación es la que tiene el tiplecito ese, como un Do mayor. Tocaba en primo las canciones, los aguinaldos y los seises, porque no habían mas canciones, eran mas que... una cosa que le decían "una y una" que era pa' cantar. Y aguinaldos, esos, jíbaros. Lo mas que había era "una y una" y aguinaldos jíbaros. Eso le cantaban a los reyes, le cantaban a la virgen, al Cristo, y pagaban sus promesas. Y entonces, el quien hacía de guitarra era el tiple ese de cinco cuerdas. Ese era el que iba haciendo la cosa de...[toca un ritmo acompañante], y el otro iba tocando en prima. Era dos veces mas grande que el tiplecito. Le decían vihuela... y le decían tiple. La vihuela era una forma de tiple, como el mas chiquito...pero mas grande. Quiere decir que se parecía a éste cuatro, y se parecía al tiple chiquito. Tenía una bombita redonda aquí y otra mas chiquita, pero redondita también, con una cinturita... como la bordonúa que es larga y tiene una cinturita así. Pues ese es el tiple de cinco cuerdas.

Usaban los dos tiples mas un guiro. El tiple requinto de tres cuerdas tocaba la melodía, fuera del seis, o fuera del aguinaldo, que era lo que se tocaba antes; entonces el tiple de cinco cuerdas lo acompañaba haciendo las bases de guitarra. Entonces el guiro, también, rellenaba. A todos le decían tiple doliente, de acuerdo de la melodía que canten, si es alegre o si es doliente. Con esa música tocaban lo que se llamaban baquinés. Las canciones que se cantan a los niños chiquititos cuando se mueren. No se les reza a los niños, sino que se le cantan canciones. Usaban esa música... en algunos sitios. No me viene a la mente ninguna música de esas porque esas son canciones que se inventan la misma gente que est n... "que si el niñooo, que si el niño se mue-re-ee," que se yo, "que si se murio-o-o porque existía" que si... cosas que se inventan ahí mismo. Por aquí hay un caserío detrás y yo he oído cantando de esas cosas ahí. Pero las he oído sin música. Pero antes usaban el tiplito ese, lo usaban pa' eso.

Te voy a decir el uso que le daban mis abuelos y aquellos músicos de antes, que tocaban, "Que se matan dos, que se matan dos, que se matan dos," y así era que pagaban las promesas ellos.

Un buen cuatro tiene que tener... lo que tiene éste. La madera escogida que nunca le dé polilla. Madera para siempre, que nunca le dé polilla. Porque uno tiene un cuatro bonito que vale miles de pesos y le da polilla, pues no vale un chavo. Esta no le da polilla nunca, ni aquel tampoco. Las maderas que no le dan polilla son todas las que se cortan en [luna] menguante, a mediados de menguante y se ponen a secar paradas, así. Paradas. Pa' que bote el agua para abajo. Se va secando gradualmente. Ningún  árbol que se tumba y se acueste, uno puede decir que le va a dar polilla. Pues que el agua que se chupa y eso es la que le tiende a dar polilla.

Las maderas que no le dan polilla son todas las que se cortan en [luna] menguante, a mediados de menguante y se ponen a secar paradas, así. Paradas.

Yo prefiero el cuatro enterizo porque la nota es mas sólida, el sonido es más solido... es mas fuerte el cuatro, mas fuerte. Tiene mas resistencia, digo, si está  bien hecha. Hay gente que hacen cuatro por ahí que se doblan, a los seis meses están doblao, y han perdido la afinación. Si se dobla de aquí, pierde la afinación. Si se le hunde la tapa, también. La tapa hay que ponerle un abanico también, por aquí, un abanico de no más de tres patitas. Bien puestas, bien pulidas, y que no queden residuos de cola ahí dentro ni nada. Solamente eso es para aguantar que no se hunda la tapa. De no tener eso sonaría flojo.

Las cualidades son las siguientes: primero, la madera. Tiene que ser una madera escogida, garantizada, que no le de polilla. Segundo: la afinación. Y es la mas importante de todos. O sea el diapasón. Esas notas tienen que hacerse a base de matemáticas. Son muy pocos los que hacen los instrumentos que saben, pero estas notas hay que ser puestas a base de matemática. Tu mides la distancia que va a sonar, esa distancia, en milímetros, uno lo divide por dieciocho, la base es dieciocho: siempre en dieciocho. Le pone el primer traste de lo que te dé. Entonces el segundo, no puedes medir de acá, es de aquí [del primer traste hasta el hueso del puente], después mides del tercero, del cuarto, hasta que llegas aquí. Así no puede fallar.

Yo prefiero el cuatro enterizo porque la nota es mas sólida, el sonido es más solido... es mas fuerte el cuatro, mas fuerte. Tiene mas resistencia, digo, si está  bien hecha.

Y en Puerto Rico nunca, nunca, nunca en la vida se le ha dao el mérito que merece el cuatro, aún siendo de la familia de nosotros. Porque decir el cuatro y decir el jíbaro puertorriqueño es lo mismo.

Decir el cuatro y decir el jíbaro puertorriqueño es lo mismo.

Después que no le cambien la melodía [a la música tradicional], le pueden hacer los arreglos que quieran. [Pero] si, yo me considero un purista. Me gusta hacer las cosas como son. La danza, como es, como la escribió el compositor. El bolero como lo escribió el compositor. La mazurca como lo escribió el compositor. A mi no me gusta estar cambiando la melodía. Las otras cosas, no, porque hoy puede estar acompañado por un bajo y mañana puede estar acompañado por un guiro y una guitarra. Eso depende. Pero la melodía, eso es virgen.

Uno debe pulirse en lo de uno, en lo de su país, primero... para después echar un pie a otro sitio. Que a mi no me está malo, porque cada uno está llamado a progresar, si. Porque aquí hay un muchacho que toca, que se llama "Jíbaro Jazz", que no se lo critico, porque a mí me gusta también, me gusta mucho como él toca. Pero yo también puedo tocar como el toca, porque yo por ejemplo toco una melodía, y luego esa misma melodía, la hago en piruetas. Que es lo que el hace.

 

Ser jíbaro es lo mas divino que Dios ha inventado. Porque ser jíbaro quiere decir ser honrado, ser íntegro. Y en la palabra honrado se encierra todo. Un hombre honrado tiene que tenerlo todo. Todo. Y aun teniéndolo todo no, todavía no es honorable. Porque ahí si vamos: ese es la palabra cumbre. Honorable. Porque ni el presidente de los Estados Unidos. Nadie.

Como yo. Y como otros como yo. No porque ser jíbaro sea mejor cosa que nadie. No. Soy igual que tu, que el otro, que el negro, que el blanco, que el bembú, que el que no tiene bemba... soy igual que todos los demás. Pero aquí en el corazón hay un ser que se llama Dios. Y Dios dice, "amemos uno a los otros. Como también amamos a Dios," si es que amamos a Dios. Porque si no amamos a Dios, ¿a quien vamos a amar?

Ser jíbaro es lo mas divino que Dios ha inventado. Porque ser jíbaro quiere decir ser honrado, ser íntegro. Y en la palabra honrado se encierra todo. Un hombre honrado tiene que tenerlo todo. Todo.

Yo soy cristiano práctico. Soy católico. Pero yo soy un hombre que hago la voluntad de Dios. Yo fumaba, y lo dejé. Esto a mi no me conviene. Pues dejé los cigarrillos. Jamas he fumado, hace treinta años. Yo me daba el palito de, de brandy, la cuba libre en los bailes. Ese lo deje también. Nadie tuvo que decirme a mi "déjalo". Nadie. Este ser que vive dentro de mi, que se llama el Espíritu Santo, como vive en ti, y como vive en todos. Ese fue el que me dijo a mi: "no hagas eso." Ni fumo, ni bebo, ni peleo, ni digo nada en contra de nadie, no doy testigo en contra de nadie, hago la voluntad de Dios. Tal como yo pueda, y si algo me falta, pues Dios me ayuda, y me perdona si no lo hago. Pero es bueno vivir así. Vivo tranquilo. Y llevo diez años a ese golpecito, así.

Ni fumo, ni bebo, ni peleo, ni digo nada en contra de nadie, no doy testigo en contra de nadie, hago la voluntad de Dios. Tal como yo pueda, y si algo me falta, pues Dios me ayuda, y me perdona si no lo hago...

Desde que yo vine de mi pueblo, yo hice mi grupo musical. Nunca me gustó estar arrimao de otro, con otros conjuntos. No porque ellos tuvieron nada malo ni yo tuviera nada malo tampoco, sino porque me gustó siempre hacer las cosas a mi manera. Y entonces, pues, encontré músicos buenos aquí. Aquí hay un buen músico de guitarra que se llama Apolo Ocasio, que no toca conmigo ahora, esta  tocando con Sarraíl Archilla, pero es compadre mío, y hemos tocado muchas veces juntos. Y había otro, Manolín Robet, que murió hace dos años, que tocaba violín y teníamos un trío, de la guitarra de Polo, el cuatro mío y el violín de el. Y nos amanecíamos por las calles dando serenatas. Ganábamos muchisimo dinero. Pues ya eso de serenata no se ve aquí tampoco, ni se puede hacer. Nooo. No se puede hacer.

Y nos amanecíamos por las calles dando serenatas. Ganábamos muchísimo dinero. Pues ya eso de serenata no se ve aquí tampoco, ni se puede hacer. Nooo. No se puede hacer.