Las dos tradiciones del cuatro puertorriqueño
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La historia popular atenta explicar la evolución del cuatro de Puerto Rico en esta forma: el cuatro se desarrolla de un antiguo instrumento original rústico de 4 cuerdas sencillas--del cual deriva su nombre--y al pasar los siglos los puertorriqueños le añaden progresivamente más cuerdas, convirtiéndolo por fin en un instrumento de diez cuerdas. Esta explicación asume un instrumento que al pasar el tiempo aumenta su encordadura. Parece ser una explicación lógica, pero hemos descubierto que es un mito. |
Podemos llamar estas dos tradiciones la del cuatro antiguo y la del cuatro moderno. Esta nueva versión de la historia de nuestro instrumento se basa en hallazgos que indican que el cuatro antiguo y el moderno diferían dramáticamente desde un principio en su encordadura, su afinación, su tamaño, su forma, su función musical, su parentezco, su ámbito geográfico y su antecedencia, al extremo que es difícil explicar cómo los dos instrumentos compartieron el mismo nombre por tantos años. Pero la memoria popular ha fundido las dos tradiciones en una. |
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Vean aquí otras interesantes variantes del cuatro puertorriqueño |
El gran cuatrista Tuto Feliciano cuando niño tocando su cuatro antiguo La tradición antigua de los instrumentos incluye el cuatro de 4 cuerdas sencillas, la forma más antigua del instrumento. Las cuatro cuerdas del cuatro antiguo se afinaban La-Mi-La-Re separadas en intervalos de 5-4-4. La forma más rudimentaria de tocar el instrumento era de solamente pisar las tres cuerdas superiores Mi La Re, relegando la cuarta La, la más baja, a sonar como una "nota de pedal", o sea, sonando repetidamente en el trasfondo sin cambiar de tono. Con esta configuración, el cuatro se remonta a la época más temprana de la colonia española, y la manera de tocar y afinarlo al siglo 13.
Cuatro "antiguo" de campo recreado para el Proyecto del Cuatro por Vicente Valentín, semejante a una reliquia del siglo XIX. Hoy en día casi desconocido y olvidado, ésta era la forma más antigua del instrumento, una que se remonta a los comienzos de la cultura jíbara. Se afinaba y encordaba en manera similar a los instrumentos de púa de España del siglo 16. Durante los siglos, cuatros rústicos con cuerdas de tripa afinados en esta forma y con un contorno parecedo a un ojo de llave, se usaban mayormente en los pueblos, amenizando tanto los eventos religiosos como seculares. Antiguamente el instrumento que se oía mayormente en las regiones aisladas del centro de la Isla era el tiple. Dado el tiempo el uso del cuatro se regó por toda la Isla. Durante el siglo 19 el cuatro de cuatro cuerdas de tripa tocaba la parte del bombardino (una tipo de trompeta alemán), cuando éste no se disponía, en las orquestas de salón de las ciudades principales de Puerto Rico--a la misma vez que se destacaba en manos de los jíbaros en las comunidades más aisladas de la Isla. Arriba vemos al cuatrista de la orquesta de Jose Ignacio Quintón (1881-1925), pulsando un cuatro que hoy llamamos "antiguo" de cuatro cuerdas. Foto tomada en 1909. Más tarde, al entrar el cuatro en orquestas y música de salón en el siglo diecinueve, los cuatristas más peritos se valían de todas las notas en todas las cuerdas. Pero tenían que superar las desventajas del instrumento: la forma antigua de afinación y encordadura creaba dificultades formidables en la ejecución de música compleja. Sin embargo, creemos que los cuatros antiguos permanecieron esencialmente sin cambios en su forma y afinación durante siglos hasta caer en desuso y desaparecer de la escena musical en Puerto Rico a fines de la primera mitad del siglo veinte.
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A fines del Siglo 19, luego de haberse extendido la forma antigua por la isla (predominantemente en el centro y la costa sur de la Isla) aparece un nuevo instrumento musical en la costa norte de la Isla, una expresión inspirada posiblemente por los instrumentos de cuerda contemporáneos en España y mandolinas norteamericanas de moda internacionalmente durante esa época. Esta es la forma que perdura como el cuatro moderno de hoy. Músicos mayores del Sur de la Isla llamaban el cuatro de diez cuerdas, despectiva-mente, el "cuatro español". Nos dijeron, "ese cuatro no es de aquí..." Si-Mi-La-Re-Sol intervalos similares a las de las bandurrias y los laúdes españoles. También, a diferencia del original cuatro antiguo, lleva diez cuerdas de alambre metálicos pareados--también como los laúdes y mandolinas . Como vemos, el cuatro antiguo y el moderno son dos instrumentos muy diferentes. No es correcto afirmar que el uno se derivó del otro. Los primeros cuatros rurales Teorizamos que cuando los jíbaros emergieron de sus comunidades aisladas a fines del siglo diecinueve, y viajaron a los pueblos y ciudades de la Isla, regresaban con recuerdos de las bandurrias, cítaras y laúdes españolas traídos desde España, que allí veían. Luego adaptaron sus pequeños cuatros con la encordadura y afinación de las mismas. Manteniendo el perfil y forma del cuatro antiguo, esa configuración vendría a ser en el siglo veinte el antecedente inmediato del cuatro de hoy. El resultado fué el cuatro de diez cuerdas metálicas como el que vemos arriba en una foto tomada en 1898, en manos del cuatrista Eusebio González, "el indio de Sábana Grande". Creemos que ésta era la forma más temprana de los cuatros con la afinación y encordadura moderna, aunque retentivas de su forma antigua de ojo de llave. Cuatro rural de 10 cuerdas recreada por Eugenio Mendez, 1999 Los Cuatros "modernos" de hoy día Una fotografía de una rara reliquia de un antiguo cuatro de diez cuerdas con forma de violín, descubierto en los Estados Unidos. Su dueño, un autoproclamado experto en artefactos de la Guerra Civil norteamericana, reclamó que el mismo fue traído de la Isla a los Estados Unidos en los tiempos (1861-1865) de esa Guerra Civil. Si fuera cierto, el hecho pondría boca abajo todas las presunciones de la línea cronológica del instrumento Creemos que la forma moderna del cuatro--el de diez cuerdas con forma de violín que se usa hoy en día por los puertorriqueños--apareció por primera vez durante los principios del siglo veinte en urbes de la costa norteña como Isabela, Vega Baja y Arecibo. Ganó su aceptación a través de la Isla principalmente como resultado de la destreza y popularidad de su máximo exponente, Ladislao Martínez. Podemos quizás nombrarlo "el cuatro de Ladí".
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Oigan al cuatro de ocho cuerdas en una grabación del fin de la década de 1920 de la guaracha Adios Mojica por Fausto Delgado y el Grupo Piñita Durante un período relativamente corto en la historia del cuatro, una pequeña cosecha de bellos instrumentos de artesanía extraordinaria surgió en la costa sur de Puerto Rico, en la región de las ciudades de Yauco y Ponce en las décadas del 1920 hasta el 1940. Estos fueron tocados por diestros músicos como Heriberto Torres, Efraín Ronda, Norberto Cales y Tuto Feliciano. Aunque existen grabaciones del cuatro de ocho cuerdas tocando música popular, el instrumento se oía principalmente tocando "música clásica puertorriqueña": mazurcas, danzas, valses y otros géneros de música de salón. La mayoría de los cuatros de ocho cuerdas hechos en la Isla resultaron de las manos de artesanos yaucanos como Efraín Ronda y Jaime Olivera. AA DD aa ee de bajo a tiple. El cuatro de ocho cuerdas difería también del cuatro antiguo en su forma, la cual postulamos fue inspirada por las mandolinas de dos picos que eran populares en los Estados Unidos en esa época. Por cierto, su encordadura era la misma de la mandolina: cuatro pares de cuerdas metálicas afinadas en unísono (a la misma nota). Pero al igual que su progenitor, el cuatro de cuatro cuerdas, su afinación lo hacía difícil de tocar por todos menos los más diestros músicos y ambos sinstrumentos e desvanecieron y el cuatro de ocho desaparece junto con el obsoleto cuatro antiguo de cuatro cuerdas ya por los primeros años de la década del 1950. |
Otras variantes interesantes del Cuatro...
Cuatro de Higuera Los instrumentos de cuerda hecho de higueras proliferaron desde tiempos remotos en las civilizaciones de la costa occidental del África. Por consecuencia, es razonable inferir que la tradición de usar el casco seco de la fruta de la higuera para confeccionar las cajas sonoras de los instrumentos de cuerda en Puerto Rico se deriva de las memorias culturales de los africanos esclavizados que llegaron a la isla en siglos pasados. Aunque esta configuración es bastante rara hoy en día, algunos gran cuatristas, tal como Maso Rivera han tocado y grabado con cuatros de higuera.
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Cuatro "sureño" con cintura suave La region de la costa sur de la Isla vió un pequeño número de extremadamente elegantes cuatros de ocho y diez cuerdas (creemos que fueron vigentes entre la decada de los 20 y 40) fabricado por el excelente artesano yaucano Juan Olivera y otros, que cogían prestado la forma cuña-semicircular del cuatro antiguo pero con una cintura suave. Destacamos un bello ejemplar existente de un cuatro sureño aquí. El Proyecto del Cuatro recientemente adquirió una reliquia de dicho instrumento que añadió a su colección, el cual se puede ver imediatamente debajo: |
Cuatro "sureño" fabricado alrededor de 1940 por el yaucano Juan Olivera. |
Las Familias del Cuatro: Cuatro Soprano, Tenor, Alto, y Bajo Han habido por lo menos dos atentos históricos en crear un conjunto de cuatros similares a los conjuntos de instrumentos de arco dentro las orquestas sinfónicas. Estos requerían la comisión de artesanos instrumentales para crear una familia de cuatros de distintos tamaños para poder tocar las mismas voces correspondientes a un conjunto de instrumentos de arco: contrabajo, celo, viola y violín. La primera instancia de las “familias del cuatro” fue propuesta por el director de rondallas Prof. Jorge Rubiano, quien durante las décadas 1950 y 1960—además del cuatro tradicional—comisiona del premiado artesano Antonio Rodríguez Navarro cuatros concertinos, cellos, bajos y rítmicos y los incorpora en una orquesta de conciertos auspiciada por el Instituto de Cultura Puertorriqueña. La segunda instancia le corresponde al artesano Crístobal Santiago, quien bajo el auspicio del Instituto crea una segunda familia de cuatro soprano, cuatro alto, cuatro tradicional (tenor) y cuatro bajo. La orquesta así constituída realizó varias grabaciones discográficas, pero el esquema nunca fue perseguido y promocionado en forma seguida y persistente por el Instituto. |
Un afiche de la década de 1960 por el Instituto de Cultura anunciando la "familia del cuatro puertorriqueño"
Foto de Juan Sotomayor |
El "Seis" |
El "Cuatro Sonero" El premiado maestro del cuatro (maestro de enseñanza, ejecución y construcción) Cristóbal Santiago incluye entre sus muchas creaciónes un interesante variante del cuatro familiar de cinco órdenes dobles--uno de cinco órdenes triples que le ha otorgado el nombre de cuatro sonero. Se remonta a quince cuerdas resultando en un instrumento que presenta un bello y novedos sonido pero también retos de digitiación al ejecutante. En el video a la derecha Santiago muestra su destreza con el difícil instrumento como también su dominio musical de las piezas música que seleccionó. |