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Buscando el jabao taíno

Por: William Cumpiano
Coordinador del Proyecto del Cuatro y
Dirigente de la página web del Proyecto


Ha surgido un interés en un supuesto instrumento de cuerdas nativo a Puerto Rico, uno hecho por una de las razas aborígenas de la isla, los Taínos. Lo único que sobrevive del instrumento es el nombre, "jabao taíno". Hemos inquirido sobre el tema en nuestras investigaciones, y la búsqueda no ha sido muy fructífera. No existen rasgos físicos del instrumento. Así que de un instrumento aborigen de tres cuerdas--no se ha visto nada, solo un nombre y una leyenda.

Pero la verdad de las leyendas es que todos incluyen un grano de la verdad. ¿Y cuál pudo haber sido ese grano? Es posible, que al igual que el charango del indio del altiplano sudamericano, el cual sobrevive hoy día, ¿el jabao era una confección del Taíno esclavizado en Puerto Rico, hecho en imitación de los guitarrillos que trajeron los conquistadores? El concepto de una caja de resonancia del cual sobresale un mástil con cuerdas múltiples tensadas sobre ambas, es un antiguo concepto original de los moros y los persas. ¿De que otra manera pudieron los Taínos idearlos sino como una imitación?

En Perú y Bolivia, los indígenas sobrevivieron 400 años de conquista española, copiaron los guitarrillos españoles y produjeron el charango. Pero los indígenas en Puerto Rico fueron virtualmente--pero no totalmente--exterminados por los españoles, apenas 20 años posterior a la llegada de Ponce de León. Ciertamente era tiempo insuficiente para desarrollar un cuerpo de música instrumental, y mucho menos de evolucionar un instrumento para tocarlo. ¿Y qué clase de música pudieran ellos tocar sobre el mismo? ¿Música española? ¿Música indígena? Es verdaderamente improbable que hubiera existido. Pero la leyenda persiste.

Los cronistas de la época de Colón dejaron registro de los instrumentos aborígenes (maracas, fotutos, tambores de troncos ahuecados), pero no se encontrado evidencia alguna que los taínos precolombinos habían desarrollado instrumentos de cuerda como los tenían otras comunidades primigenias, como los indios de los grandes llanos norteamericanos. Oímos contar de un instrumento de tres cuerdas, a veces descrito con cuerpo de higuera, de descendencia antigua aborígen. Algunos atrevidos hasta atribuían a ese instrumento mítico el padrinazgo del cuatro. De interés era que tal instrumento supuestamente se mencionaba en las crónicas de los primeros colonizadores de la isla. Cayó en nuestras manos una cita de la arqueóloga María Teresa Muñoz que mencionaba que Fernando Colón (1488-1539), el hijo de Cristóbal, quien presumiblemente vió un cordófono indígena y luego contó en sus antiguas Crónicas de Viajes, que “el babao es una guzla de tres cuerdas.” 

Una "guszla" es hoy en día un instrumento folklórico de una cuerda sencilla proveniente de la Europa Oriental--la región húngara-turca--tocado con una bayeta o arco. De hecho, la palabra jabao es de uso familiar en nuestro propio dialecto, usado a veces en referencia a un hombre de tez clara de linaje mixta, usualmente caribeño. Pero es una palabra de proveniencia africana, no aborígena. A veces la palabra es usada despectivamente, "el jabao es un mestizo que quiere pasar por blanco..." y a veces es un apodo otorgado cariñosamente, particularmente en Cuba.

Averiguamos que la guzla de los tiempos de Colón era un instrumento moro que portaba tres cuerdas , abuelo del instrumento folklórico tocado con un arco con nombre similar que sobrevive hasta el día de hoy en los países eslavos. Sospeché que la existencia de un cordófono taíno era poco probable, pero al final de la búsqueda de la fuente original de la cita de Fernando Colón, llegué a la conclusión que el jabao taíno era casí ciertamente un mito que nació de un error en la interpretación del archivo histórico. La historia de los instrumentos está repleto de confusiones de esta índole.

Lo que sobrevive de la conjunción del hijo de Cólon, el jabao, y la guzla, proviene de las escrituras de un cronista religioso nombrado Ramón Pané, quien acompañó a Cristóbal Colón durante su segundo viaje a la Hispañola. De acuerdo con la historia, Cristóbal Colón le había dado a Pané el cargo de crear un reportaje de las “ceremonias y antiguedades” de los aborígenes de la Hispañola. El reportaje original lo escribió Pané a fines del siglo 15. Pané escribe en castellano, el cual no era su primer idoma (él era catalán), sobre sus observaciones personales de una cultura exótica cuyo idioma el no comprendía. Pané fue citado por Fernando Colón en las Crónicas de Viajes de su padre, obra que fue luego perdida pero que sobrevivio en una traducción al italiano que apareció a fines del siglo 16. Ésta es la fuente original de las palabras que nos llegan hoy en día, luego de ser citado por numerosos estudiosos citándose unos a otros, cada cual a su manera, durante cuatrocientos años. Aunque importante por ser la primera crónica de la vida y costumbres de los indios antillanos, el reportaje de Pané--sin mencionar la calidad de la versión que nos llega hoy en día--resulta ser de muy poca confiabilidad. Hasta el mismo Fray Bartolomé de las Casas lamentó que las escrituras de Pané “carecián de sustancia.”

Otro escritor considerado entre los primeros cronistas que describen los antiguos instrumentos antillanos es Pietro Martire d'Anghiera (c. 1455-1526), miembro del Consejo de las Indias y conocido de los exploradores marítimos de sus tiempos, incluyendo a Colón, Magallanes y Vasco da Gama. Valiéndose de los relatos de los viajeros y exploradores conjunto con los de Pané, describió los instrumentos indígenas de sus tiempos. Entre ellos, el que viene al caso es un caracol grande sobre el cual los indígenas de Sur América estiraban varias cuerdas. El musicólogo Donald Thompson resume su estudio de los instrumentos indígenas de la Antillas de esta manera (traducido del inglés):

No se ha podido encontrar alguna fuente anterior a los comienzos del siglo 19 sobre el bao, habao, o jabao, confiadamente descritas por algunos escritores modernos como un cordófono de arco con tres cuerdas cultivado por los aborígenes antillanos. Creo que este artículo puede haber sido el resultado de una malinterpretación de Pané, junto con la reubicación de los caracoles encordados de Pietro Martire. Además, creo sin duda alguna que puede ser excluido del instrumentario Taíno.